Alguien dijo que los hombres veniamos de Marte y las mujeres de Venus, no recuerdo bien quien, lo que si es verdad es que no venimos del mismo planeta: ¡¡está demostrado!! (ustedes no lo saben, pero hay evidencias certeras)
Capítulo Primero: Marte y los Hombres
Somos hombres, no hay duda. Es una verdad irrefutable. Tenemos algo que nos define y nos acuña: hay camaderia. Nos defendemos y nos apoyamos contra el enemigo, no hay cuartel. Las guerras son siempre nobles, claro que hay golpes bajos, pero para nada comparables con ellas, los nuestros serán bajos pero decentes.
No verás un hombre despotricar sobre otro hombre por algo frívolo, tiene que ser una gran putada. Aunque muchos son rencorosos, la mayoría tienen un enfado limitado y para nada se queda alojado hasta la tumba. Acabamos por reconocer o aceptar lo que las otras personas nos hacen. Unos cuantos, que aprecian el vivir, aprenden de sus errores y intentan no cometerlos.
Lo que si somos todos es algo machistas, aunque sea malo reconocerlo, es verdad. Viene intrínseco a nosotros. Cualquier hombre ha tenido un ramalazo machista en su vida, por muy metrosexual que sea. Si no es así, que me lo demuestren. Para nosotros no es una vocación como el feminismo para ellas, "viene de fábrica".
-Todos los tíos son iguales
Muy al contrario de lo que se nos supone, tenemos nuestros sentimientos, pero no los expresamos como ellas quisieran. En el momento que algún tío ha mostrado sus sentimientos delante de féminas, ha caído en desgracia: -¿Ese? Está fatal, no aguanta como nosotras, los tíos no saben- y no tendrás remedio en la vida, porque otra cosa no, pero las noticias vuelan.
La fustración es un hecho, todos los hombres pasan por una etapa en la vida en que ésta aparece. Muchas de las veces en las que aparece, ellas aportan su granito de arena. Cuando la fustración llega, el nivel de testarurez augmenta hasta límites insospechados. Te encabronas con algo, algo que al final no te va a servir para nada, porque casi siempre no hay remedio (o no hay voluntad suficiente para conseguirlo).
Desde mi punto de vista, nosotros somos mucho más planos, si hubiera tres colores en la vida seríamos blanco, negro y gris para las dudas. Los demás colores no existen, no hay tonalidades: si es blanco es blanco y no me lo discutas, porque te acabaré demostrando a mi manera de que el blanco es blanco. Muchas veces la perspectiva y la picaresca se acogen con la experiencia y nos reporta grandes alegrias, aunque tardías.
Tenemos más facilidad para la felicidad gratuíta: ponte un lo que sea que te guste con algo de beber y de papear y ya eres feliz. Sí, somos simples.
Rayamos la perfección este punto. Somos como un gran equipo, no necesitamos nada para marcar un gol, de la nada sacamos un gol.
En resumen, aunque la vida cambie mucho, los hombres no cambiarán demasiado, somos también muy clásicos (por lo que querais entender por clásicos).
Como vereis en el Capítulo Segundo: Venus y las Mujeres no podemos ser del mismo planeta.
Posted by Sainthropee at 9 de Marzo 2005 a las 04:00 PM