Páramos Lunares

grandes oradores

creo que la televisión se caracteriza en crear gente de quita y pon. cuantos personajes han tenido su aparición en la pantalla y luego ha desaparecido sin dejar ni rastro (no hablo de Lobatón, que está en un autonómica).

creo que tienen su momento de gloria y luego son enviados a los infiernos de una vida sin notoriedad y conocimiento. unos lo agradecen, otros en cambio se aferran e intentan volver a la gloria de cualquier manera (vease la Bermudez o el Lequio).

como diría el gran orador de nuestros tiempos (que no es Matías): "Tio, soy persona" el Neng de Castefa, tiene su parte de razón: todos esos personajes tienen su derecho a ser despedidos con honores y no por la puerta de atrás, que luego piensas: dónde está aquel presentador...cómo se llamaba... una injusticia porqué en ese momento, en su instante de gloria ¡nos parecía la leche!

resumiendo rápido y mal: todo es fugaz, incluso la gloria.