no os dejeis engañar
llevo todo el día convencido de que hoy es viernes. tan convencido que estoy de muy mal humor. terriblemente cabreado. encerrado en una espiral negativa, abandonado a la oscuridad y a las tinieblas.
no me sale nada bien, todo son contratiempos, las cosas salen al revés y no hablemos de lo loteria (no tengo ni una terminación). son esos días aciagos que esperas que llegue la medianoche para poder mandarlos a tomar viento.
no quiero volver a mirar al calendario, ni mirar el reloj, ni ir a trabajar. necesito que sea viernes: ¡ya! (únicamente para que no sea jueves)