11 de Febrero 2007
luces, sombras y aquella farola
como en cualquier punto hacedor de luz, existe un lugar de sombra. a la sombra le suele acompañar la duda y a la duda el miedo, a veces.
volver de noche a casa, ver como en luz anaranjada de las farolas aparece una sombra, y que detrás de la farola todo es nocturnidad.
todo el mundo tiene dias buenos, malos, rematadamente malos, preciosos, entretenidos, divertidos, tristes... bueno ya me entendeis, pero lo mejor de todos esos días es conseguir un balance que te sirva.
la personalidad humana es muy compleja y a la vez netamente influenciable por múltiples factores. la linea base será muy parecida, pero los cambios no tienen porque ser a peor.
cambiar, volver, sentir, vivir, sufrir, disfrutar, soñar, apostar, conseguir... todos ellos verbos que describen acciones importantes que todos deberiamos hacer. ya sea individualmente o conjuntamente.
¿por qué no sentarte bajo la luz de aquella farola? ver tu sombra en la acera, con esa ténue luz anaranjada, y pensar que todos tienen su lado oscuro como tu tienes tu sombra.
no les juzgues por ello, dejales. aceptales como son y si no eres capaz, mejor los dejas. las primeras impresiones a veces son erroneas, otras veces acertadas, pero no tienen la veracidad absoluta. pueden tener tu propia verdad, que es tuya y es evidientemente influenciable.
el tráfico de influencias en la vida, es un mal endémico de la humanidad. se vive ajeno a muchas de ellas, pero cuando finalmente su marea llega a tu costa: no hay escapatoria. todo influye, nada es nada, cada elemento juega su papel en esta vida: la tuya, la nuestra, la futura.
mi filosofia barata, capitulo cuatro