¡¡¡GRANDE!!!
Al final acabamos en casa de uno, pasando por el Taquilla del
digital+, porque ¡¡¡no se puede ir a los bares!!! Estaban todos a
tope y eso que fuimos a unos cuantos: una hora y media larga
antes del partido.
Compramos el partido, cogimos unas provisiones para la primera
parte y empezó el espectaculo... No estuvo mal, un poco sosa, casi
sin ocasiones, pero el Barça controlaba balón sin punch...
hasta que llegaron 8 minutos de agobio total, con un espectacular
Valdés (aunque la ocasión la provoca el con una cagada
de un tiro lejano de Zizou)
La segunda parte no la vimos empezar, estabamos comprando algo
para comer, nos perdimos 5 minutos, pero no pasó nada. Luego vino lo
peor: ataque y derribo de los galácticos, con muchas ocasiones seguidas
y finalmente llegó el gol blanco. Solari marca en la
jugada más chorra: corner embarullado con rebote.
Después sale Mr Ripeto (Rijkaard) y me hace unos cambios
que no gustan nada: quita a Saviolita y pone a Kluivert... mala señal.
Además sale el Lucho que está para el arrastre. En estas que llega
una contra, les pillamos en bragas y gol de KLUIVERT(in-creible).
Casi no nos lo creemos, pensamos que es fuera juego...no lo celebramos
aún estupefactos.
Entradón de Figo y se va a la calle (si no protestara tanto,
es su perdición), el Barça lo tiene mejor. Pido a Iniesta insistentemente,
con uno más podemos bailarles, pero no entra, no hacen más cambios, me
caliento con el banquillo.
Ronaldinho aparece fugazmente con algunas jugadas, demostrando su clase
y su potencia. Ya era hora que apareciese, llevaba cacho sin hacer nada
en el partido. Una pelota en el borde del area, Ronaldinho parado (se oyen
gritos de ¡¡¡chuta, chuta, que haces!!!), mirando para adelante sin
moverse casi y de repente: saca un pase hacia el vacio, aparece Xavi y de
media patada voladora remata: ¡¡Gooooool!! Se desata el delirio,
este si lo celebramos.
Sufriendo los últimos minutos, con Valdés atajando
pelotas fáciles y el árbitro pita el final, se acabó.
En estos partidos siempre se sufre...pero bueno, a veces vale la pena