Ayer volví a la vida familiar, mis padres llegaron a casa, unas horas antes de lo previsto y me pillaron con todo por el medio (aunque ya había recogido casi todo antes de cenar).
Después de preguntar por los pormenores del viaje y familiares, estuvimos un rato hablando y nos fuimos a dormir
Acostumbrado a la buena vida, ventilador, puertas abiertas de par en par, oyendo música para conciliar el sueño... cuando se empezaron a oir los abominables sonidos guturales en forma de intensos y graves ronquidos de mis padres: como si fuera una opera se daban replica uno al otro.
Me costó dormirme, aunque como estaba reventado, acabe por dormirme placidamente: una vez que cerré la puerta.
Esta mañana, después de desperezarme, ha vuelto a mis oidos el la opereta ronquil de mis padres: ¡¡¡qué bonito es despertar en familia!!!