Cuál es sino la mejor manera de acabar una caminata por la madrugada de la ciudad que duerme: efectivamente con unos churritos con chocolate.
Hacía mucho que no salíamos hasta las tantas, hacía tanto que no salía y llegaba a casa con la luz del día, que ya ni me acuerdo. Una de las últimas veces me sirvió como excusa para abrir este blog... esta vez no tuvo "represalias"
Como bien conté mi amigo recibió su premio y los demás nos montamos una fiesta a su alrededor. Sinceramente creo que fue una sorpresa para él y que para nada se lo esperaba. Después de los regalitos, canapés y más de una copa, lanzó su discurso al "pueblo" y pusimos fin al acto. Ya que eran las 1:00h (aproximadamente, mi reloj tuvo un vacio-temporal durante la noche), aprovechamos para salir de bailoteo.
Casi fue una noche nostálgica, ya casi no recordaba cual fue la última vez que hice cola para entrar a una disco.... ¡y menos pagar entrada! (soy más de bares). Lo que se pudo constatar es, en general, las nuevas generaciones tienen unos gustos musicales más bien diferentes, pero siempre quedan los grandes "hits".
Hubo un momento de incertidumbre en la despedida, el horario de los transportes nocturnos hizo que los más se fueran en taxi y los menos, que estan acostumbrados, lo hiceron a pie a la estación más lejana. Yo no se los del taxi, pero los caminantes acabaron con unos churritos que "ni pá qué" (el chocololate un poco aguao...)
Al volver, como siempre, una BSO y ver amanacer