de noche, un bosque bañado por una luna llena.
dos lechuzas en un árbol escrutan la noche, en busca de algo que comer.
sus grandes ojos se encuentran de vez en cuando, como diciendo:
- vaya tela, me da una pereza moverme de aqui - ¿la resignación podría con las necesidades alimentícias?
inquietas, antentas ante cualquier ruido indiscreto, otean su campo de visión.
su hábitat es la noche, como tantos otros depredadores que utilizan su amparo, para hacer caer a sus presas.
en otro lugar un grupo de roedores discute que hacer:
- es mejor que salga uno y muera, para que los demás podamos escapar - propuso el más anciano.
- muy inteligente, pero quién es el que se sacrifica ¿usted? siendo el mayor, tiene menos opciones de escapar - osó a responder un joven listillo.
- no sería lógico, necesitais alguien con experiencia para que os guie, sino hureis sin destino y morireis todos - vaticinó el viejo.
se miraron unos a los otros, esperando que alguno tuviese el valor de mirar a los ojos y poder salvarse así... pero nadie lo hizo.
en otro árbol, una pareja se besaba con pasión, ignorando todo lo que acontecía alrededor suyo. como la naturaleza hacía su selección natural, ellos ya la habían hecho.
las lechuzas no cenaron esa noche y los roedores sobrevivieron otra noche. se volverían ha encontrar. ellos quizá también
