- ¿Por qué soy incapaz de decir c-o-c-a-c-o-l-a?¿será un síndrome grave, doctor? - le preguntaba al señor de bata blanca con interés desmedido: ojos firmes en su rostro, atentos a cualquier gesto y a las explicaciones.
-Es algo que habría que estudiar, pero creo que tengo la resolución a tu problema - dijo satisfecho de su buen hacer profesional.
-Seguramente, debido a su estado felino, su lengua no puede articular una palabra tan compleja-joder, me pagan por esto.
-Muchas gracias Doc, pero ¿me receta usted colaloca o no? - soy un incomprendido.