de un tiempo a esta parte, no paro de recibir discursitos sobre la vida, penas, alegrias y filosofías propias y ajenas.
¿por qué yo?
¿tengo cara de escuchar? pero si hasta estoy seco, sin ganas de hablar y tirando a borde, pero gente sigue largando.
¿será que la gente no puede dejar de soltar peloratas?
luego dicen que no hay comunicación...