¿lo pusisteis en la nevera?
lo que os perdisteis. marcó una época: chicle bubaloo
era algo novedoso, un chicle que por dentro tenía un líquido viscoso que mezclado con el chicle, propiamente dicho, le daba un gusto y una textura genial. y si estaba fresquito: ni te cuento.
poner nubes en el congelador, ya era un clásico. pero no dejaba de tener su que. como algo que estaba blandito, esponjoso y cremoso se podía convertir en todo lo contrario y estar perfectamente igual de bueno.
golosinas de verano