Hoy puede haber sido el día más perro de las vacaciones. Me he despedido de los alemanes que se iban hoy. He perreado y mucho en la cama, he ido a comprar el periódico, para despertarme un poco.
A mediodía me he lanzado en busca de un bar, como casi todos los universitarios de la zona (estoy cerca de las universidades) --> era el día y la hora de la selección: y nada mejor que la cuna del toro y el sentimiento patrio como para vibrar con la roja en un bareto a petar de gente.
Ha sido duro, pero después de tres cañas, los argentinos no tenían nada que hacer.
Vale hemos sufrido los primeros y los últimos minutos, pero qeu nos gusta sufrir, nos va el rollito: a más sufrir, más disfrute.
Tras la garn victoria, bien se merecia uno la siesta, aunque poco he dormido (he hablado que hace caló: pero MUCHA!!!). Aún a las 18h cuando he salido a estirar las piernas, hacía una calda de escándalo. He repasado algunas cosas que me faltaban por ver y me he agenciado de otro libro, ya que Rolando y su ka-tet no han pasado de la hora de la siesta.
Ahora me ha llamado R. para hechar unas tapas, que después del calorcito del centro (con boda incluida que he visto) y una ducha, es lo que más apetece.
¿Mañana? Mañana será otro día, el último, bueno la mañana en el aeropuerto del 4 día, no la cuento (espero que no haya retrasos ni nada de eso)