Me quejo cuando mis padres roncan, pero este tercer inquilino (de nacionalidad desconocida: no habla) es la leche. Parece que va a perecer y luego lanza una serie de sonidos guturales insufribles para mí y el japonés que resoplamos a la par.
En fin, anoche tomamos unas tapitas en el Barrio de Triana, concretamente en la calle Betis: todo lleno de guiris (ni salou en pleno agosto...)
Comimos un par de tapas clásicas R., I., E. y yo: rodeado por tres peazo de mujeres para envidia de P. (un tipo muy raro amigo de I. con problemas para relacionarse con estraños, digo yo). Estuve atónito mientras estas tres amigas del alma, hablaban y se contaban chismes a ritmo vertiginoso, que junto al acento propio, me costaba de seguir.
Después fuimos a tomar una copita y un billar. Pa variar perdi mis partidas (colando la negra en una partida y en la otra R. la metió también: vaya pareja letal) Pasamos un rato divertido, aunque se las veía con caras de cansadas y no muy dispuestas a quemar la noche. Nos recogimos hacía las 2h.
A lo qeu iba esta mañana: va de museos (después de que haya levantado a las 12h, habré dormido 4 horas por los ronquidos). Va a parecer que solo veo museos, pero es que ¡lo demás ya lo había visto! M. de Bellas Artes y M. Arte Flamenco (Cristina Hoyos). Un helaito después del cafe y la comida y de vuelta a siesteo.
A la tarde solo me ha quedado visitar el M. de las Artes y las Costumbres, que realmente me ha gustado mucho. He ido paseando, no estaba lejos. Por el camino R. me ha dicho que estaba pachcuha, así que esta noche he salido solo por ahí.
Mucho botellón y ambiente por la calle, en la noche calurosa sevillana.