Otra temporada por encima de nuestras posibilidades. Semifinales de Copa, semifinales de Liga, Mejor equipo de Catalunya por 5 año consecutivo, posiblemente pichichi y una de nuestras mejores temporadas en Honor.
Un equipo que queda desmantelado para el año que viene, sin su jugador estrella (el pichichi), ni su jugador emblemático (el puto amo, el mejor cierre brasileño que he visto en mucho tiempo), el entrenador que ha exprimido a todo el mundo (olé), el portero goleador y con guantes (la gente no sabe lo que perdemos, por mucho que se te critique) y otros jugadores que se van dando un gran rendimiento.
Un equipo que pese ser elminado con un 3-0 en el global de las semifinales -al mejor de 5 partidos- ante el lider de la fase regular y mítico equipo de honor, salió ovacionado del campo. No solo salió ovacionado, sino que tanto afición como jugadores, se emocionaron: unos porque se iban de su casa y otros porque estaban orgullosos de ellos. Habían pasado 15 minutos del final y los jugadores aún estaban recibiendo aplausos y gritos de apoyo.
Por eso es el club que quiero, somos un club humilde, pequeño, maltratado y a veces ultrajado institucionalmente, vivimos con los grandes sin complejos, porque este equipo tiene alma. Lo he visto sufrir y luchar como siempre y disfrutar como nunca, son muchos años: muchos.
Este año se ha acabado, pero el que viene, el próximo, el siguente y todos los que se pueda estaremos dando guerra, porque siempre ha sido así.
Hasta el año que viene