No hay espacio para las sutilezas. Son ellas
Capítulo Segundo: Venus y las Mujeres
Ya en la antigüedad Venus era considerada "la diosa romana del amor y la belleza" y no podía ser otra. Por mucho que queramos ahora ser mejores que ellas en todo y ser los más guapos guapísimos con esas cremas y los antibrillos y los anti-puntos negros, ellas son la representación belleza y el amor.
Sin tener encuenta claro, que siempre estamos en deuda con ellas, sin esos nueve meses (+ó-) de sufrimientos y desdichas (según dicen, no viene al caso: pregunta Chandler en un momento para nada idóneo (un paritorio): -¿que duele más un parto o una patada en los huevos?), y llegamos al mundo. Cierto es que algún representante masculino a puesto de su parte para que tu llegues, pero para nada es llevarte nueve meses en tu interior. Muchos se tiran del caballo para decir que si tal que si cual, que si yo tuviera la fisilogia necesaria yo lo llevaba: no saben lo que dicen, no es preocupeis son locos del mundo.
Las idolatramos, las encumbramos, son un ente superior. Muchos tíos no lo querrían reconocer pero es tan verdad como la vida misma. Mueven el mundo. ¿A ver sino porqué se pierde el culo por ellas?
Pero ellas son malas, más malas que nosotros. Sus peleas no tienen fin, ser incansable aquí no viene a ser una virtud. Sus afrentas no conocen límites, los trapos sucios se los inventaron ellas, seguro. Cuando te ajuntas con ellas y las intentas conocer, aprendes multitud de tretas y de cosas que tu jamás en la vida utilizarías sino fuera en caso de fuerza mayor o para devolverle a alguna chica tu despecho.
Ellas no son para nada planas, tienen más curvas que el "Tourmalet". Si el cerebro esta ocupado en un tanto por cierto bajísimo, seguro que por el otro tanto por cierto que esta vacío se pasean para ver que pasa. No digo que sean infelices, para nada. Lo que son es inconformistas por naturaleza y eso si es una virtud y un elogio. Son capaces de todo, voluntad no les falta. Pero conseguir los pequeños placeres de la vida, son difíciles para ellas.
Según dicen, nosotros somos tan simples que no podemos hacer dos cosas a la vez, puede ser no lo negaré aunque no estoy de acuerdo, pero en este caso no es algo positivo.
Caso 1:Cuando estan enfadadas, estan enfadadas, piensan en la venganza, se quedan algo guardado que te lo hecharán en cara en cualquier momento, preparán su estrategia y la posible huída o pacto de paz. Por eso mismo son incapaces de degustar la sensación de cabreo. Una sensación única, todo es quemazón y urticaria, la sangre te hierve, quieres acabar con todo y si es de una sola vez mejor. Pero se te pasa, se te pasa y todo vuelve a su cauce, tu mente vuelve a estar libre. Has pasado un tiempo sin nada en que pensar, totalmente abstraido de todo y ahora estás en paz. Eso no lo pueden llegar a concibir (en algunos casos de extrema histeria nerviosa, más conocida como los 5 minutos chillando, pataleando, diciendo de todo por esa bonita boca o todo lo contrario, callada, enfurruñada, con el gesto torcido y esos lindos labios haciendo morritos).
Caso 2: por el mismo motivo, para llegar a la felicidad absoluta, extrema y total, solo lo pueden hacer en su intimidad. En un mundo interior, donde nosotros no existimos, en aquel lado del cerebro donde no hay nada, se pierden para llegar a un estado catatónico que dura segundos, porque luego la minima parte ocupada vuelve con la vida frenética de las personas que pueden hacer más de una cosa a la vez: ser feliz y pensar las miles de cosas para no serlo. Su naturaleza estan compleja, la misma que permite gestar a otros seres vivos, hace que no puedan ser felices. Siempre hay algo que les molesta, que les distrae, que les hace abandonar ese estado idílico.
Caso 3: la multiopción de la que os hablaba hace un momento, también les permite criticar sin limite, es algo sin fondo. Pueden estar hablando contigo de algo (que tu estas escuchando, mas o menos atento, pero no hablas, no puedes interrumpir) y a la vez están criticándote: -No se porqué se lo explico, no lo entenderá: es un tío!! ¿que estoy haciendo?
Sin sentimientos y sensaciones no habría cosas maravillosas como enamorarse, odiarse, la atracción mutua o platónica y tantas otras cosas que ellas son capaces de transmitir. Dada su capacidad de ver las cosas con múltiples tonalidades, dónde el blanco y el negro sólo aparece en contra de lo que a ti te gusta (no fútbol, no timbas con los amigos, si birra pero no con los amigotes en el bar), son esas tonalidades que hacen que las pequeñas cosas vayan cuadrando y se pueda interceder en los múltiples conflictos diarios. Esas tonalidades amigos, no las vemos, simplemente pasan del amarillo pastel de ellas a un gris duda para nosotros.
Resueltos estos dos capítulos, queda demostrado que no somos del mismo planetas, llegamos de lugares distintos para confluir en un mundo imperfecto que permitió nuestra convivencia.
Alguien dijo que los hombres veniamos de Marte y las mujeres de Venus, no recuerdo bien quien, lo que si es verdad es que no venimos del mismo planeta: ¡¡está demostrado!! (ustedes no lo saben, pero hay evidencias certeras)
Capítulo Primero: Marte y los Hombres
Somos hombres, no hay duda. Es una verdad irrefutable. Tenemos algo que nos define y nos acuña: hay camaderia. Nos defendemos y nos apoyamos contra el enemigo, no hay cuartel. Las guerras son siempre nobles, claro que hay golpes bajos, pero para nada comparables con ellas, los nuestros serán bajos pero decentes.
No verás un hombre despotricar sobre otro hombre por algo frívolo, tiene que ser una gran putada. Aunque muchos son rencorosos, la mayoría tienen un enfado limitado y para nada se queda alojado hasta la tumba. Acabamos por reconocer o aceptar lo que las otras personas nos hacen. Unos cuantos, que aprecian el vivir, aprenden de sus errores y intentan no cometerlos.
Lo que si somos todos es algo machistas, aunque sea malo reconocerlo, es verdad. Viene intrínseco a nosotros. Cualquier hombre ha tenido un ramalazo machista en su vida, por muy metrosexual que sea. Si no es así, que me lo demuestren. Para nosotros no es una vocación como el feminismo para ellas, "viene de fábrica".
-Todos los tíos son iguales
Muy al contrario de lo que se nos supone, tenemos nuestros sentimientos, pero no los expresamos como ellas quisieran. En el momento que algún tío ha mostrado sus sentimientos delante de féminas, ha caído en desgracia: -¿Ese? Está fatal, no aguanta como nosotras, los tíos no saben- y no tendrás remedio en la vida, porque otra cosa no, pero las noticias vuelan.
La fustración es un hecho, todos los hombres pasan por una etapa en la vida en que ésta aparece. Muchas de las veces en las que aparece, ellas aportan su granito de arena. Cuando la fustración llega, el nivel de testarurez augmenta hasta límites insospechados. Te encabronas con algo, algo que al final no te va a servir para nada, porque casi siempre no hay remedio (o no hay voluntad suficiente para conseguirlo).
Desde mi punto de vista, nosotros somos mucho más planos, si hubiera tres colores en la vida seríamos blanco, negro y gris para las dudas. Los demás colores no existen, no hay tonalidades: si es blanco es blanco y no me lo discutas, porque te acabaré demostrando a mi manera de que el blanco es blanco. Muchas veces la perspectiva y la picaresca se acogen con la experiencia y nos reporta grandes alegrias, aunque tardías.
Tenemos más facilidad para la felicidad gratuíta: ponte un lo que sea que te guste con algo de beber y de papear y ya eres feliz. Sí, somos simples.
Rayamos la perfección este punto. Somos como un gran equipo, no necesitamos nada para marcar un gol, de la nada sacamos un gol.
En resumen, aunque la vida cambie mucho, los hombres no cambiarán demasiado, somos también muy clásicos (por lo que querais entender por clásicos).
Como vereis en el Capítulo Segundo: Venus y las Mujeres no podemos ser del mismo planeta.
